jueves, 17 de noviembre de 2011

Grafitti a través del tiempo






































Escritas después de la 2º elección porteña en 2011, las pintadas en esta pared se agranda y no para.

domingo, 13 de noviembre de 2011

"Ese extraño momento cuando escribis una palabra correctamente pero se ve mal, entonces la miras fijamente por siempre, preguntándose su existencia." 

viernes, 11 de noviembre de 2011

La voz

"Dicen que la voz mas antigua no es la que se eleva sobre las demás. En la antigüedad, los hombres de las cavernas se hablaban quedamente, muy bajito para no alertar a los predadores que los acechaban fuera.
Asi la gente se susurraba cosas y al hacerlo de esa forma, el otro debía prestar mas atención, para poder oírlo. Así esta comunicación sublimaba al transmisor y al receptor. Los ponía como si estuviesen en orden de confidencias.
Los hombres de las cavernas dependían unos de otros en un medio terriblemente hostil. Cada familia se unía para sobrevivir. A medida que se unían las familias se armaban los clanes, luego fueron los feudos y finalmente los pueblos y naciones.
Cuando paso el peligro porque las gentes fundaron pueblos protegidos por empalizadas o altas murallas, las familias comenzaron a diversificar sus tareas, se fueron separando durante mucho tiempo. Comenzaron las diferencias, las riñas. De pronto se comenzó a elevar la voz no para que el otro oyera, sino para que se callase e imponerse sobre él.
El desarrollo de la sociedad se hizo en voz muy baja. El retroceso que representan las guerras, se muestra siempre a voz en cuello.
Dicen que cuando dos personas por mas que estén cerca, si están riñendo, sus corazones están alejados y entonces se debe alzar la voz para escucharse, si por el contrario, por lejos que se encuentren, sus corazones están cerca, aun el suspiro mas débil será oído por el otro corazón. Porque no se escucha con las orejas, sino con el corazón. Así es que cuando hablemos, tratemos de dirigirnos al que verdaderamente escucha porque está abierto. De esa manera, podremos recibir también respuestas que salgan de ese corazón. Solo tenemos que bajar la voz para oírlas… Hagamos la prueba: Susurrémosle a quien está a nuestro lado un “Te quiero” y veamos si nos escucha… Y preparémonos para recibir la respuesta… Así con el corazón escuchando atentamente."